Fue el 8 de Diciembre del 2013. Mis primos Ingrid y Sergio habían visto el programa de Alaska y Mario donde una amiga suya, Topacio Fresh, les casaba. Así que un día salió la conversación: «Oye, primo… ¿Tu nos casarías?»
Rápidamente se me iluminó la cara. No solo por que para mi son una pareja muy especial. También porque había algo dentro del día de la boda que me parece emocionante. Y es que, es uno de los días más importantes de nuestra vida.
Les dije que sí. Que por supuesto. Y me puse manos a la obra. Yo llevaba años haciendo teatro, escribiendo, haciendo presentaciones de eventos… vamos, que me sentía totalmente preparado para afrontar el reto.
De aquella boda recuerdo la emoción, la alegría, la fiesta y sobre todo… la ceremonia. Verlos a ellos dos sentados, allí escuchándome contar su historia… ¡Fue una experiencia que al recordarla no puedo evitar sonreír!
A la salida de aquella boda, se me acercó unos amigos de mi primo y me dijeron… ¡Nos casamos en 6 meses y queremos que seas nuestro maestro de ceremonias! Y gracias a eso, al boca-boca, a que he ido conociendo wedding planner que me han recomendado… he llegado hasta aquí. No solo yo, con un equipo para poder cubrir todas las ceremonias que nos proponen.
Es evidente que siempre estaré eternamente agradecido a mis primos Ingrid y Sergio por confiar en mi y por descubrir una pasión que es ser maestro de ceremonias.
P.D: Sé que no es la mejor foto pero no pensaba que años más tarde la necesitaría para contar mi historia como maestro de ceremonias.